El día que supe que volvería a competir en mi tierra, en la Ciudad de Salamanca, no pude contener la emoción. El Triatlón de Veracruz era mi próximo objetivo, una prueba especial para mí. Era la primera vez que volvía a mi ciudad después de tantos años. Salamanca y yo tenemos un vínculo que no se puede explicar: sus calles, su gente… mi hogar.
Mis entrenamientos empezaron con fuerza. Nadaba a primera hora en la Piscina de Garrido, corría por los senderos del río Tormes y me dejaba la piel en la bicicleta. Pensaba que lo estaba cuidando todo…: la rutina, el descanso y hasta la alimentación.
Estaba a tope, convencido de que esta vez haría mi mejor marca.
Pero, como suele pasar, la vida tenía otros planes.
Una mañana en un entrenamiento de series, sentí un pequeño tirón en el gemelo derecho. “No pasa nada”- pensé.
Paré, estiré un poco y seguí.
Al día siguiente, el dolor seguía ahí, agazapado pero constante.
Y así durante una semana más, porque –siendo sincero– soy cabezota como pocos.
Hasta que un día, subiendo a la bicicleta, el gemelo decidió hablar claro: un pinchazo seco que me hizo soltar la cala y poner los pies en el suelo. “Se acabó”- me dije.
Sabía que no podía seguir ignorando el dolor.
Estarás conmigo en que, para cualquier deportista, admitir que estás lesionado es un jarro de agua fría. “¿Y si no llego a la prueba? ¿Y si todo este esfuerzo no sirve de nada?”.
Pero un amigo me recomendó acudir a un fisioterapeuta. Y menos mal que lo hice.
Mi fisio en Salamanca fue directo: “Esto es una sobrecarga muscular por exceso de entrenamiento y falta de descanso. Necesitamos calma y modificar algunas cosas…
Yo me sentía como si me hubiera caído de la cama. ¿calma? ¡La prueba está ahí!
Pero él tenia un plan.
Poco a poco, el dolor disminuía y empecé a entender algo importante: recuperarme no significaba perder mi preparación. Significaba entrenar de forma más inteligente. Más consciente.
Me enseñaron a escuchar mi cuerpo, a respetarlo cuando me pedía pausa.
*Semanas después, volví a la bicicleta con una mezcla de miedo y emoción.
Mis músculos estaban más fuertes, mi mente más tranquila y yo más agradecido que nunca por cada pedalada.
Llegó el día del Triatlón de Veracruz.
El ambiente era increíble.
Competir en mi tierra, con mi familia y amigos animando desde la orilla, era un sueño hecho realidad.
Sabía que no era mi prueba más rápida, pero eso dejó de importar. Lo que realmente contaba era que había logrado llegar hasta allí, a pesar de la lesión.
Y mientras cruzaba la línea de meta, con el corazón a mil, no pude evitar sonreír
Gracias a la fisioterapia, entendí que una lesión no significa el final.
Adaptar los entrenamientos, buscar ayuda profesional y dar tiempo a mi cuerpo me permitió no solo recuperarme, sino volver con más fuerza.
¿Cómo sé si me he lesionado? Lesión vs Agujetas
Si llevas tiempo entrenando, sabrás que hay dolores que son avisadores y dolores que son lesiones deportivas.
Las lesiones deportivas se manifiestan de la siguiente forma:
- Aparece durante el entrenamiento o inmediatamente después.
- Es agudo, punzante o incapacitante.
- No mejora con el movimiento y, en algunos casos, empeora.
- Puede ir acompañado de hinchazón, calor o hematomas en la zona afectada.
Síntomas de una lesión:
- Dolor localizado y persistente, incluso en reposo.
- Incapacidad para mover la zona afectada sin dolor intenso.
- Inflamación o deformidad visible.
- Si hace crack, o chas, es lesión
¿Qué hago si me lesiono durante el entrenamiento?. Parar.
No va a gustarte lo que te voy a decir… pero lo mejor es que pares.
Generalmente, cuando un dolor nos sorprende en nuestro entrenamiento, nos ponemos alerta.
En muchos casos, pasamos por la etapa de negación. “nah, esto no es nada… se pasa, se pasa…” pero realmente, lo mejor es que esperes al menos unos minutos.
Estamos en caliente, y posiblemente no podamos identificar la gravedad o no del asunto.
Créeme, se que quieres seguir… pero si la cosa es grave y continúas, el pronóstico será peor.
Si el dolor es leve y soportable y decides seguir… lo recomendable es que pongas todos tus sentidos en como va evolucionando el dolor y reduzcas la intensidad de la actividad que estás realizando.
¿Es una lesión o son agujetas (DOMS)?
Puede ser que no lo tengas claro… y que te hayas levantado al dia siguiente que no te puedes ni mover. ¿Me habré lesionado?… Bueno hay agujetas que son muy intensas. Hablemos de DOMS:
El DOMS (Delayed Onset Muscle Soreness) es el dolor muscular leve o moderado que aparece entre 24 y 48 horas después de realizar ejercicio intenso o poco habitual.
El cuerpo tiene que adaptarse a un estímulo nuevo o más intenso de lo habitual y se queja.
También es frecuente que aparezcan al realizar movimientos excéntricos de una forma controlada.
Síntomas del DOMS:
- Dolor difuso y sordo en los músculos trabajados.
- Sensación de rigidez y molestia al moverse
- Desaparece gradualmente en 3-5 días.
Truqui: Si el dolor disminuye con el movimiento suave, son agujetas. Respira.
Recuperación de lesiones deportivas: Adaptación y fisioterapia
Lesionarse y parar, es frustrante.
Cuando practicamos un deporte con un plan estructurado, y somos muy disciplinados.. es probable que te genere ansiedad el hecho de tener que parar o no cumplir con el papel.
Sin embargo, si miramos en el medio-largo plazo, lo ideal es que ajustes la carga y la intensidad a las circunstancias. Eso es lo que te va a permitir recuperarte de una lesión deportiva.
Un fisioterapeuta puede pautarte los ejercicios específicos que debes hacer, orientarte en cuanto a la intensidad, duración y frecuencia… y ayudarte a ir generando nuevas adaptaciones post-lesión.
Si el dolor no mejora en 24-48 horas, o si tienes dificultades para moverte con normalidad, es el momento de acudir a un fisioterapeuta
Tu gemelo ya no está de acuerdo contigo
Entrenar con dolor no te hace más fuerte, solo más cabezón
RECUPERARMEPsicología. Las lesiones deportivas nos aportan cosas
Las lesiones no son castigos divinos.. son avisos.
Por mucho que duela (física y mentalmente), escuchar lo que tu cuerpo te dice te permitirá mejorar tu forma de entrenar, prevenir recaídas y, sobre todo, convertirte en un deportista más fuerte y consciente.
· ¿Sobreentrenaste? Aprende a descansar más y mejor. Controla tus días de descanso y tus horas en la cama.
· ¿Falló tu técnica? A veces, más vale maña que fuerza.
· ¿Ignoraste los pequeños dolores? Dale valor a las señales que tu cuerpo envía.
· Trabaja lo que te cuesta: fuerza para corredores, movilidad para culturistas… Las lesiones te obligan a salir de tu zona de confort y hacerte más hábil en otros sectores.»
Una lesión no tiene por qué ser el final.
Si la afrontas con la mentalidad correcta, puede ser el punto de inflexión que te haga entrenar mejor, cuidar tu cuerpo y disfrutar más del proceso.
Nuestro personaje inicial pudo enfrentar su prueba, pero con una actitud distinta.
A veces, lo que te suma, no es un resultado, si no la sensación de cruzar la línea de meta.
¿Conoces el método POLICE?
Este método es un enfoque moderno que combina descanso inicial con la importancia de un movimiento temprano y seguro para acelerar la recuperación. ¡El equilibrio es clave!